En un mercado sobresaturado de empresas que publican sus productos en las redes sociales, contenidos patrocinados y redacciones de medios de comunicación bombardeadas por notas de prensa de todas las empresas de la región, si queremos que nuestras acciones tengan una mínima repercusión más allá de nuestros círculos empresariales y personales hay que hacer algo distinto. Un tuit o un comunicado pueden pasar desapercibidos, por lo que invertir en eventos como método de marketing y promoción puede servir para ganar notoriedad y que quienes pueden ayudarnos a difundir el mensaje colaboren con la tarea.
Si contamos con la ayuda de una agencia especializada en eventos y relaciones públicas es posible que consigamos nuestros objetivos de forma más directa: una correcta organización, una temática sugerente y una lista de invitados interesante puede hacer que sean los propios medios de comunicación y empresas de la competencia quienes se interesen por el acto. El buen trato con la prensa y el reclamo adecuado pueden garantizar espacio en páginas y minutos de radio o televisión. O, lo que es lo mismo: serán los medios quienes hagan que el nombre de la empresa llegue al gran público.
Así, cada euro destinado a la organización del evento, el catering, los invitados o la infraestructura puede, además de su objetivo directo, ir indirectamente a la publicidad y el marketing. Por un lado, el evento servirá para crear imagen de marca; por otro, su repercusión en los medios actuará por sí misma como método de difusión.
Con una lista de invitados de las empresas y los medios correctos, un hecho tangible de interés real que ofrecerles y una organización en la que todo esté en su sitio, invertir en eventos como método de marketing y publicidad puede ser prácticamente como hacerlo únicamente en lo segundo, pero con un doble beneficio.